Érase una vez...
Hoy comienza el primero de una serie de artículos que versarán sobre la historia del squash nacional. La revista digital Alnick ha tenido la suerte de contar con una serie de colaboradores que lo han vivido en primera persona y nos lo van a explicar de manera totalmente desinteresada. Concha Galatas, una de las piezas claves del squash español, es la autora de los primeros años, de finales de los 70 a mediados de los 80 :
Todo empezó allá por los setenta. Es difícil saber cuál fue la primera pista de squash en España pero es casi seguro que la pista de la que surgió todo fue la del Club Financiero Génova en las torres de Colón de Madrid. Allí fue donde algunos empresarios españoles dieron sus primeros raquetazos con socios ingleses y, entre ellos, con dos jugadores que seguirían muy unidos a sus discípulos españoles durante algunos años: Charles Davies y Simon Mundi. Davies era probablemente el mejor jugador en España en esos momentos y con él aprendieron nuestros primeros jugadores; Antonio Sainz, Gustavo Durán, Tani Kindelan y los hermanos Ortuzar entre otros. En Barcelona también había una pista por aquel entonces donde jugaban los pioneros de este deporte en Cataluña, Andreu Roig y Javier Pitarch.
Hay que mencionar que el complejo deportivo del Hotel Los Monteros fue seguramente el primer "club” de squash, con cuatro pistas, aunque en nuestra historia no tiene gran importancia puesto que nunca fue un núcleo de jugadores españoles ni un club como tal, ya que estaba fundamentalmente orientado a los clientes del hotel.
Volviendo a Madrid, otro punto importante en los inicios fue la pista del gimnasio Andrómeda de Aravaca de Manolo Moreno. Manolo era un gran aficionado a las artes marciales y es el único jugador de squash que he visto jugar descalzo. El binomio Club Financiero-Andrómeda fue definitivo para que el empresario Antonio Sainz se aficionara al squash y con él sus hijos Antonio y Carlos, éste último con catorce años aproximadamente por aquél entonces. La afición de Antonio Sainz fue tal que más adelante construiría la primera pista de pared de cristal y con graderío en su casa de Somosaguas. Antonio Sainz y su pista fueron claves en el desarrollo del squash en España.
Por aquel entonces el Club de Golf de la Moraleja y el Club de Campo de Madrid construyeron cada uno dos pistas de squash. En el primero, por ser club de golfistas más que de tenistas, el squash nunca llegó a cuajar y solo, el primer año, una jugadora suya, Mimo García de la Mata seria finalista en el primer campeonato de España. Sin embargo, en el Club de Campo, a pesar de que sus pistas no eran totalmente reglamentarias y no sé a quién se le ocurrió forrar también las paredes de madera, el squash se impuso en muchos de sus tenistas y gente joven deseando probar cosas nuevas.
Con este panorama nos situamos en 1978. En torno a esas fechas ya surgen las cuatro pistas del Club Internacional de Tenis, que si bien se inauguró en 1972, no fue hasta unos años más tarde que concluirían las obras de las pistas de squash. Desde un punto de vista de instalaciones ya se vislumbraba un cierto desarrollo pero los jugadores andaban desperdigados y los campeonatos eran sociales y poco más. La persona que fue clave en estructurar el squash como deporte es un gran desconocido de todos y nunca fue jugador de squash; se llamaba Jesús Govantes y por aquel entonces era Presidente de la Federación Española de Tenis y, feliz coincidencia, socio del Club de Campo y amigo de Antonio Sainz. Jesús supo ver el potencial del Squash y pensó que aquello había que organizarlo debidamente. Llamó a Eduardo Góngora, por entonces delegado de Squash del Club de Campo, y a Antonio Sainz, les invitó a comer, les dijo que aquello estaba ya creciendo demasiado, que necesitaba una estructura, les ofreció el paraguas legal de la Federación de Tenis y les nombró Presidente y Vicepresidente de la Asociación Española de Squash que acababa de engendrarse en ese momento.
La primera Junta Directiva estuvo compuesta por ellos dos, el tenista Juan Manuel Couder, fundador del Club Internacional, el jugador juan Domínguez (Chacho) y el periodista Victor Ruiz y se renían en una buhardilla cedida por la Federación Madrileña de tenis. Más adelante se incorporaron otros jugadores como Gustavo Durán, Manolo Moreno y Ricardo Piqueras así como Javier Pitarch representando a Cataluña y Concha Galatas (autora del artículo) cubriendo la "cuota” femenina. Cuando Eduardo consiguió que el Consejo Superior de Deportes nos reconociera oficialmente, Antonio Sainz se encargó de que el Rey nos concediera una audiencia con lo que quedamos así bautizados y confirmados. Si hacemos justicia, el mérito de sacar adelante lo que pronto fue una Federación independiente se debe al apoyo inicial de Jesús Govantes, al ingente trabajo burocrático de Eduardo Góngora y al entusiasmo, las relaciones públicas y la generosidad de Antonio Sainz. Eduardo Góngora y Antonio Sainz son los dos grandes nombres del Squash en España.Hago un inciso aquí, para decir que Eduardo Góngora, además de ser un trabajador infatigable era o mejor dicho había sido un gran deportista, internacional universitario de fútbol y rugby e internacional absoluto de balonmano deporte en el que defendió los colores del mítico Atlético de Madrid en la época en que este equipo lo ganaba todo.
CONTINUARÁ..........

(El Rey recibe a la Federación Española de Squash: Antonio Sainz, Salvador Santos-Campano, Concha Galatas, Chacho Domínguez, Jesús Govantes, Eduardo Góngora, Su Majestad el Rey, Jesus Hermida (Secretario de Estado para el Deporte) Ricardo Piqueras, Gustavo Durán, Manolo Moreno, Javier Pitarch, Victor Ruiz.)